Asumir la responsabilidad como seres humanos del gran impacto negativo que generamos en la Tierra, es indispensable a la hora de tener conciencia ambiental. Por ejemplo, según las Naciones Unidas, el 67% de las emisiones de gases de efecto invernadero están asociadas a nuestros estilos de vida. Esta situación puede mejorar: algunos estudios muestran que con comportamientos sostenibles se podrían reducir nuestras emisiones entre un 40 y un 70 % para 2050. Es así como diferentes organizaciones y personas apuestan en la educación como un camino indispensable para que todos tengamos una relación con mayor cercanía y fuerza con el entorno y la vida que nos rodea. En este aspecto, el conocimiento científico juega un rol de suma importancia en la identificación de retos ambientales y las consecuencias para todos en el planeta, lo que nos permite seguir trabajando en el propósito de dejar un mejor mundo para las futuras generaciones y así seguir conservando la biodiversidad que hoy podemos contemplar. No podemos dar espera, según la ONU, hay un millón de especies en peligro de extinción.